En este post, te contamos todo sobre el modelo SAM, su definición, las fases que lo componen y cómo implementarlo en tus proyectos de e-learning.
Además, comparamos SAM con ADDIE para que puedas elegir el enfoque de diseño instruccional más conveniente para tu curso virtual.
¡Sigue leyendo!
¿Qué es el modelo SAM?
Si por algo se caracteriza el modelo SAM es por abrazar la idea de que la calidad puede lograrse a través de la iteración y mejora continua.
Vamos, lo que perseguimos en el trabajo, en las relaciones con los demás, en nuestro desarrollo personal… en todo. Sabemos que la solución perfecta no llega de primeras, sino que es fruto de aprender de cada experiencia, ajustar nuestro enfoque y crecer.
Así es el modelo SAM o Modelo de Aproximaciones Sucesivas de Michael W. Allen, un experto en el campo de la instrucción y el diseño de e-learning.
Allen buscaba una metodología de diseño instruccional con la que diseñar cursos e-learning de forma más ágil y flexible que ADDIE, pues este no toleraba adaptar los cursos a los cambios y necesidades emergentes con rapidez.
En concreto, con ADDIE había que esperar a la última fase para hacer la evaluación, por lo que era difícil corregir problemas a tiempo. En cambio, SAM incorpora ciclos de revisión y retroalimentación tempranos que hacen posible la mejora no solo en la fase final, sino a lo largo del proceso.
Fases del modelo SAM
El modelo SAM consiste en un ciclo de tres fases, todas ellas abiertas a la evaluación y al enriquecimiento.
Una vez completadas, se obtiene una versión del material que vuelve a someterse a un nuevo ciclo y así sucesivamente hasta hallar un resultado afín a los requerimientos de los alumnos y a los objetivos educativos estipulados.
Fase 1: Preparación
En primer lugar, la etapa de preparación consiste en hacer un análisis detallado para comprender las necesidades de los estudiantes y las metas de aprendizaje. Esto es, se identifican las características del alumnado, las habilidades a adquirir y se consideran las limitaciones y oportunidades.
Seguidamente, se establecen los objetivos a alcanzar con el aprendizaje y se confecciona un plan que describa al detalle cómo se entregará el contenido y de qué forma va a evaluarse el aprendizaje.
En esta fase, será necesario recibir la aprobación del conjunto de involucrados (alumnos, profesores, etc.). Para ello, los objetivos, enfoques y métodos deben responder a sus demandas y expectativas. En caso contrario, de sus comentarios y sugerencias surgirán planteamientos que podrán integrarse antes de ir al siguiente paso del modelo SAM.
La duración de esta fase puede variar según las particularidades del proyecto, pero la idea es que sea rápida.
Fase 2: Diseño iterativo
En esta etapa, se planifican y diseñan los recursos y materiales didácticos a la vez que se va prototipando y revisando la solución de aprendizaje.
Aquí, la plataforma elearning juega un papel determinante, pues proporciona herramientas para crear infinidad de materiales, como multimedia, actividades interactivas y evaluaciones. En este punto, habrá que considerar las opciones que brinda.
Por otra parte, piensa que el objetivo principal es calibrar la eficacia del material didáctico diseñado hasta el momento. En este sentido, las aportaciones de docentes, estudiantes, expertos y otros actores involucrados en el proceso educativo serán fundamentales para incrementar la calidad del contenido y aportar valor a las versiones sucesivas.
En el contexto de la plataforma e-learning, este proceso de recopilación de feedback puede llevarse a la práctica mediante sus instrumentos de comunicación, como los foros de debate y los cuestionarios, entre otros.
Fase 3: Desarrollo iterativo e implementación
Finalmente, llegamos a la fase en la que se termina de desarrollar el prototipo y se implementa la solución final.
De nuevo, la plataforma será decisiva, ya que, si consigue que la creación y subida del contenido sea veloz y efectiva, con mayor brevedad se podrá proceder a la necesaria revisión y retroalimentación.
A tal efecto, recopila datos e informes sobre el desempeño del alumno tras dar luz verde al material, permitiendo identificar áreas vulnerables y optimizar el contenido para próximas iteraciones.
Cómo implementar el modelo SAM en e-learning
A continuación, te dejamos algunos consejos sobre cómo implementar el modelo SAM en tus proyectos.
¡Toma nota!
Identificar objetivos y metas
Primero, en la fase de preparación, es importantísimo definir de forma patente los objetivos y resultados que se pretenden conseguir con el curso.
De ahí que se deba recopilar información relevante sobre el tema a enseñar con base en el conocimiento que los alumnos tienen que aprender. Al hacerlo, el equipo de desarrollo tendrá la información oportuna para iniciar el proyecto y garantizar que se alcancen los objetivos adecuadamente.
Investigar y recopilar recursos
Del mismo modo, la fase inicial incluye la recopilación de recursos existentes y la investigación de la audiencia.
Por medio de encuestas o cuestionarios, análisis de datos y consultas con expertos, puede obtenerse información valiosa para adaptar el contenido y la entrega del curso.
Hacer brainstorming
A su vez, suele usarse la lluvia de ideas para lanzar el proyecto y evaluar su desempeño y desarrollar un plan de acción.
Mientras transcurre la sesión, los participantes pueden ofrecer opiniones, propuestas y enfoques que sienten las bases y detallen cada etapa del desarrollo del curso.
Crear prototipos
También es vital planificar y crear prototipos del curso virtual.
En cada repetición o ciclo, se diseñan prototipos del material de aprendizaje, se evalúan, se recopila retroalimentación y se realizan ajustes basados en esas observaciones.
Luego, se fabrica una nueva versión optimizada del prototipo que vuelve a revisarse, se solicita más feedback y se efectúan los arreglos correspondientes nuevamente.
Probar el diseño
En la etapa de diseño se saca una prueba completamente funcional sobre la que hacer ensayos y mejoras previas a su implementación definitiva.
Llevar a cabo varias rondas antes del lanzamiento oficial del curso ayudará a detectar errores y perfeccionar el enfoque a tiempo.
Involucrar a los interesados en cada etapa del modelo SAM
La colaboración global de las partes interesadas en cada etapa del proceso va a ser crítica para identificar puntos débiles en el diseño del curso. Sus comentarios y sugerencias darán lugar a un producto final más genuino.
Planear nuevas iteraciones
En la fase de desarrollo e implementación, se recolectan datos y comentarios de los estudiantes sobre el curso. Esta información resultará clave para hacer cambios adicionales en futuras iteraciones.
Al repetir este proceso en ciclos sucesivos, se adopta un enfoque de evolución continua que permite elevar la calidad del curso.
Realizar actualizaciones frecuentes
Conforme avanza el curso, es posible que surjan nuevas necesidades o cambios en los requisitos, por lo que será imperativo hacer actualizaciones regulares que ayuden a mantenerlo relevante.
ADDIE y SAM: ¿qué modelo de diseño instruccional es mejor para tu e-learning?
Al enfrentarnos a la tarea de diseñar un curso virtual, podemos utilizar varios métodos, y dos de los más aclamados son los modelos ADDIE y SAM.
Ambos enfoques pueden ser beneficiosos en diferentes contextos y la elección entre uno u otro va a depender de la naturaleza y exigencias del curso.
Por un lado, ADDIE, acrónimo de sus cuatro fases (Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación y Evaluación) es un modelo secuencial. Es decir, tiene una estructura definida, lineal y ordenada que es fácil de seguir en el momento de desarrollar los materiales.
Cuando se aplica este modelo, se realiza una planificación minuciosa en cada una de las etapas. Básicamente, implica analizar exhaustivamente las necesidades de aprendizaje, definir los objetivos, elaborar un diseño curricular sólido y especificar los recursos y estrategias pedagógicas que van a emplearse.
Al tener una hoja de ruta tan delimitada, los resultados deberían alinearse bien a lo previsto en la fase de diseño.
Sin embargo, esa rigidez en el diseño dificulta las modificaciones cuando nos encontramos en otras fases.
Si tu proyecto tiene requisitos y objetivos claros desde el principio y prevés pocos cambios, el modelo ADDIE puede ser una buena opción.
Por otro lado, SAM, como decíamos, sigue un enfoque de diseño instruccional más ágil, iterativo y flexible basado en la revisión, prueba, ajuste y de vuelta a la prueba. Por tanto, la evaluación y las correcciones se practican a medida que se desarrolla el material didáctico y no al final, llegando a soluciones bastante refinadas.
Si tu proyecto se enfrenta a posibles cambios o precisa desarrollos rápidos, el Modelo SAM puede ser la opción más acertada.
Por ejemplo, para un curso de marketing digital y redes sociales, temas en constante cambio, puede venir muy bien SAM, pues soporta mejor las rectificaciones o actualizaciones venideras. O también otro de diseño gráfico que, por su naturaleza, debe acondicionarse a nuevas versiones del software.
Esta tabla comparativa resume qué es el modelo ADDIE y SAM, y cuál puede resultar más ventajoso para un proyecto e-learning.
