¿Qué es el modelo Addie?
Antes de nada, recordemos que el diseño instruccional es el proceso de ideación y creación de experiencias de aprendizaje. Una estrategia que se utiliza para elaborar programas que maximicen la eficiencia del profesor al transmitir conocimientos ‘atractivos’ a los alumnos.
Aunque existen muchos modelos para realizar diseño instruccional, el modelo Addie ha sido la base de los siguientes y, a día de hoy, continúa empleándose por empresas, centros formativos y otras instituciones.
En particular, el modelo instruccional Addie representa una guía para la construcción de materiales de enseñanza y cursos online.
Únicamente han de seguirse las cinco fases que lo conforman de manera escalonada y contar con una plataforma elearning competente para implementarlo.
Origen de la metodología Addie

El modelo Addie tiene su origen en Estados Unidos.
La Universidad del Estado de Florida gestó el marco Addie para servir al ejército norteamericano. En concreto, desarrollando una metodología potente y firme con la que crear cursos con agilidad.
Originalmente, el modelo contenía una serie de pasos en torno a cinco fases: análisis, diseño, desarrollo, implementación y evaluación.
La idea era completar cada una de ellas antes de dar inicio a la siguiente.
Con el paso del tiempo, el modelo Addie se ha revisado y reconducido, siendo en la actualidad más dinámico e interactivo.
Modelo Addie: fases

Como adelantamos, al usar la metodología Addie para clases virtuales debemos recorrer las cinco etapas.
Sin embargo, aun tratándose de un modelo de trabajo que sigue un orden establecido, la evaluación permanece presente en cada una de sus fases, entre ellas y tras poner el curso al alcance de los alumnos.
¡Vamos a conocerlas!
Fase de Análisis

La primera fase del modelo Addie es lo que vendría siendo, junto con la siguiente que veremos en seguida, la preproducción.
Fundamentalmente, en esta etapa se estudian a fondo las necesidades de la formación para diagnosticar de forma conveniente cómo va a diseñarse el curso.
En otras palabras, habría que tener muy claros:
- Los objetivos del aprendizaje.
- Los posibles desafíos de la instrucción y las soluciones a los mismos.
- Las necesidades y características del estudiante.
Sin lugar a dudas, este primer paso exige mucho estudio y tiempo, pues será la base del resto de las fases.
Fase de Diseño

Una vez identificado el contexto en profundidad, comienza la etapa de Diseño Addie.
A grandes rasgos, consiste en cuestionarse cómo se va a efectuar la enseñanza, definiendo un guion gráfico o programa del curso que apunte al objetivo meta.
Este debe incluir:
- Los materiales y recursos didácticos a introducir y el orden en que deberían mostrarse.
- El tiempo que le llevará al alumno completar el curso.
- Los instrumentos de evaluación necesarios.
- Las necesidades del profesorado.
- Las habilidades del alumno para lograr el aprendizaje.
En definitiva, la matriz resultante debe contemplar todo lo necesario para desarrollar la estrategia de enseñanza fijada, donde, como hemos mencionado, también tiene cabida la tecnología a emplear. Esto es, la plataforma elearning.
Fase de Desarrollo

Completada la anterior, llega el turno de ‘fabricar del curso’ sobre la base de las indicaciones de la fase de Diseño Addie.
A lo largo de la etapa de desarrollo deben elaborarse todos los materiales instruccionales de los distintos módulos del curso.
Hablamos de textos, videos, gráficos, multimedia, dinámicas de grupo, ejercicios prácticos y de evaluación, etcétera, que atiendan a las especificaciones del objetivo a cumplir.
Asimismo, se subirá el contenido del curso a la plataforma e-learning donde se revisará y depurará.
Fase de Implementación

Ahora llega el momento de ‘hacer que pase’.
La fase de implementación es aquella en la que todos los procesos y servicios de la formación e-learning se ponen al alcance de los alumnos.
Sencillamente, se centra en ‘ofrecer el curso’ o, lo que es lo mismo, entregarlo a una muestra que responda al perfil de los futuros aprendices.
Para ello, en un primer momento, hay que explicar a los docentes que impartirán el curso, los objetivos y resultados previstos.
Por otra parte, debe suministrarse a los alumnos una ruta correcta con la que tengan acceso a esos contenidos de manera fácil e intuitiva. A su vez, asegurarse de que comprenden el material a la perfección y se produce el aprendizaje.
Naturalmente, antes de publicar el contenido, resulta esencial que este sea evaluado.
Fase de Evaluación

Por último, llega la etapa que clausura el modelo Addie.
En efecto, es importantísima, puesto que hay que medir y calibrar los resultados observados durante y al final de la formación para tener la certeza de haber cumplido el objetivo.
Casi por regla general, en algún punto puede suceder algo que arruine la integridad del proyecto. Por lo que, de tener que hacer ajustes, habría que volver atrás y realizar los cambios oportunos antes de lanzar la versión final.
De no haber nada que corregir, o en cuanto se subsane, el curso ya estaría terminado.
En resumen, esta etapa sirve para determinar si el proceso de aprendizaje o de formación funciona realmente.
Paddie +M, fases extra del modelo Addie

Podríamos afirmar que Paddy + M es una evolución del modelo Addie porque contempla necesidades que van más allá del diseño instruccional.
Es decir, muchas organizaciones no cuentan con metas (KPI), presupuesto, programas y objetivos predefinidos para el proyecto. Falta lo que se denomina planeación, saber qué va a conseguirse y en qué forma, cuánto va a costar, fechas de entrega, etcétera. Algo crucial.
De ahí, la ‘P’ inicial del modelo Paddie: la Planificación.
Por otra parte, algunas instituciones han modificado este modelo, derivando en Paddie + M, donde la ‘M’ hace alusión al Mantenimiento del curso.
En particular, el mantenimiento implica la mejora continua, ya que el contenido se recicla, las estrategias pueden cambiar y las necesidades de la empresa o centro, también.
Concluyendo, la planificación y el mantenimiento son dos aspectos clave para el buen desarrollo de cualquier proyecto.
¿Cómo aplicar el modelo Addie?

En internet encontrarás algún que otro ejemplo de diseño instruccional Addie, pero lo estupendo sería que tuvieras claros los movimientos que hacer en cada fase.
A continuación, te proporcionamos algunas cuestiones que pueden ayudarte a seguir el modelo Addie. Basta con dar respuesta a los interrogantes planteados y adaptarlos a tu caso.
¿Qué elementos identificar en la fase de Análisis del modelo Addie?

Sobre los estudiantes
- ¿Qué necesitan aprender?
- ¿Con qué recursos cuentan? (Ordenadores, conexión a internet…).
- ¿Son del mismo lugar geográfico o de entornos distintos?
- ¿Qué edad tienen? ¿Cuál es la mínima y la máxima?
- ¿Qué nivel de estudios poseen?
- ¿Tienen conocimientos del tema?
- ¿Han realizado previamente otros cursos a distancia?
- ¿Saben informática? ¿Usan internet?
- ¿Cuentan con experiencia manejando aulas o plataformas e-learning?
Sobre el curso, el centro y la plataforma e-learning
- ¿Por qué es necesario el curso?
- ¿Qué problema debe resolver?
- ¿Cuáles son las necesidades del centro formativo u organización?
- ¿Cuáles son los objetivos formativos del proyecto?
- ¿Qué resultados de aprendizaje se espera alcanzar?
- ¿En qué contexto se desarrollará el curso? (Identificar la plataforma e-learning, el tipo de formación —síncrona o asíncrona—, aprendizaje combinado o exclusivamente online)
- ¿Qué recursos humanos van a ser necesarios para llevarlo a cabo y alcanzar el objetivo?
- ¿Qué recursos tecnológicos son indispensables para hacer el curso? (Ordenador, internet, plataforma e-learning).
- ¿Qué aplicaciones o programas proporciona el centro formativo o empresa para producir los contenidos?
- ¿Qué margen de tiempo hay para construir el curso?
- ¿Cuál es el presupuesto del proyecto?
¿Cómo diseñar el ‘guion’ de la fase de Diseño Addie?

- ¿Qué se espera conseguir con la formación?
- ¿Qué competencias han de poseer los alumnos al finalizar el curso?
- ¿Cuánto tiempo les llevará completar el curso?
- ¿Cómo van a organizarse los contenidos y competencias? (Temas, módulos o unidades).
- ¿Cuánto durará cada uno de ellos?
- ¿Qué contenidos se van a ofrecer y en qué orden? ¿Hay que crearlos de cero o existe material listo para subir o modificar?
- ¿Qué recursos educativos pueden incluirse? (Texto, video, audio, infografías, presentaciones…).
- ¿Serán necesarios programas o aplicaciones de terceros para elaborar el material?
- ¿Con qué finalidad pedagógica se usarán esos recursos? (Textos de solo lectura, foros para intercambios de opiniones…).
- ¿En qué formato va a realizarse el material? (Tipografía, colores…).
- ¿Qué medio se empleará para entregar el contenido?
- ¿Qué herramientas de la plataforma e-learning se usarán para fomentar la comunicación con el alumnado o entre ellos? (Videoconferencia, chat, foro de debate, mensajería…).
- ¿Y para recibir feedback y hacer seguimiento? (Tutorías por videoconferencia, cuestionarios, correo electrónico…).
- ¿Qué actividades realizarán los estudiantes en cada módulo? (Individuales, grupales y tipo).
- ¿Cuál será el sistema de evaluación? ¿Formará parte del proceso o al final?
¿Dónde poner el foco en la fase de desarrollo?

- De contar con materiales creados con anterioridad, ¿están revisados y actualizados?
- ¿Hay que generar los contenidos de cero en la plataforma de aprendizaje? ¿Es posible?
- ¿Cómo resultan las pruebas de subida del contenido a la plataforma?
- ¿Será necesaria alguna tarea de programación por parte de un desarrollador?
- ¿Van a intervenir diseñadores gráficos o especialistas en la grabación de los elementos multimedia, elaboración de imágenes o para producir cualquier otro material?
¿Qué puntos tener presentes en la fase de Implementación?

- ¿Comprenden los docentes la forma de impartir el curso?
- ¿Cómo van a comunicar a los estudiantes el ingreso en la plataforma?
- ¿Cómo son los datos obtenidos? ¿Cumplen con el objetivo de la formación?
- ¿Qué datos se extraen de los estudiantes? (Comentarios, opiniones).
- ¿Qué datos se extraen de los docentes?
- ¿El docente ha podido hacer su trabajo sin ayuda?, ¿y los alumnos?
- ¿Los estudiantes han comprendido el material?
- ¿Cuál es el agrado global por el curso?
- ¿Cómo se atenderán los errores detectados? ¿Existe un plan alternativo para abordarlos?
- ¿La plataforma educativa resulta válida para que alumno y profesor enseñen y aprendan sin complicaciones?
¿Y en la fase de evaluación del modelo Addie?

- ¿Cuándo se recopilarán los datos del curso y en qué forma?
- ¿Qué criterios se usarán para decidir la competencia/efectividad del proyecto?
- ¿Han podido avanzar con comodidad todos los participantes por el curso?
- ¿Era fácil la manera de encontrar la información?
- ¿Estaban bien estructurados los contenidos?
- ¿Fueron interesantes los recursos de contenido utilizados?
- ¿Fue apropiado el volumen de contenido?
- ¿Era manejable la plataforma? ¿Podía utilizarse en cualquier dispositivo y en todo momento? ¿Sufría caídas?
- ¿Los alumnos realizaron todas las actividades?
- ¿Fue adecuado el sistema de evaluación?
- ¿Se dieron por hecho cosas que los alumnos no supieron hacer?
- ¿Les resultó atractivo el curso?
- ¿Han podido lograrse los objetivos fijados previamente?
- Y si hay cambios o ajustes, ¿cómo se prevé aplicarlos?
¿Por qué elegir el modelo Addie?

Tras su aparición en los años 70, el modelo Addie, viene aplicándose por diseñadores instruccionales del mundo entero para planificar las lecciones y elaborar sus programas formativos.
De hecho, es uno de los más influyentes y empleados hasta la fecha.
Desde luego, hablamos de un método muy sencillo que ofrece resultados de comportamiento en cada una de sus fases, ya que todo se discute de forma exhaustiva para resolver cualquier conflicto y lograr los objetivos.
Si bien es cierto que la metodología Addie no resuelve forzosamente un problema, puesto que sigue un orden descendente, el desarrollador de e-learning tiene constancia de los progresos por etapa.
En cualquier caso, la poca flexibilidad por su estructura en cascada ha propiciado otros modelos como el SAM que, al ser algo más cíclico, permite corregir el rumbo del proyecto sin tener que volver al principio.
De todas formas, se trata de una metodología simple que puede aplicarse para cualquier situación instruccional, por lo que elegir el modelo Addie para el diseño de cursos en línea sigue siendo una buena idea.
Un último apunte sobre Addie

Como sabes, el papel del diseñador instruccional es crítico en la producción y el resultado de un curso.
En especial, tanto al establecer los objetivos, el alcance o la metodología, como al dar las indicaciones precisas para que no exista desconexión entre aprendizaje y desempeño.
Sin embargo, para que el docente esté en condiciones de dirigir a los estudiantes y sea capaz de garantizar una enseñanza atractiva y apropiada, aparte de habilidades, necesita disponer de los medios precisos.
Así pues, ha de contar con una plataforma e-learning capaz de recoger toda la arquitectura construida y de lograr una experiencia fabulosa con resultados extraordinarios.