Ante el claro auge de la formación a distancia, son muchos los profesionales del sector que se plantean transformar un curso presencial en online.
Y tiene sentido, ya que la enseñanza a distancia es más rentable que la presencial y está llena de ventajas, como, por ejemplo, abarcar un público mucho más amplio.
Sin embargo, la formación e-learning no consiste en compartir contenido a través de la red.
¡Para nada!
Hay que seguir un proceso profundo para transformar un curso de enseñanza de modalidad presencial a distancia con acierto.
Claves para transformar un curso presencial en online
Como hemos comentado, transformar un curso presencial en online tiene su aquel.
De hecho, hay muchos aspectos a considerar al dar el paso de formación presencial al e-learning y estaría bien que los estudiaras con detenimiento.
En esta ocasión, ahondaremos en el contenido y estructura del curso para que tengas un mejor enfoque de lo que supone el salto al e-learning y aclares algunas dudas, de ser el caso.
¡Vamos a ello!
Readapta tus materiales al e-learning. ¡Nada de corta y pega!
Si bien es cierto que debes aprovechar los materiales y conocimientos que has generado durante tanto tiempo en tu curso de formación presencial, no todos serán viables ni aplicables tal cual a la formación a distancia.
Por esta razón, revisa todo el temario y divídelo en dos partes, la que podrás adaptar con algunos retoques, y la que no podrás aprovechar. Así sabrás por dónde empezar a trabajar.
A la vez, ten en cuenta que la formación a distancia tampoco consiste en grabarte impartiendo los cursos para luego subirlos a la plataforma elearning.
Eso no funciona en ningún caso.
Crea material reproducible en distintas plataformas
Cuando hablamos de contenidos es inevitable hablar de SCORM, un protocolo originado para crear actividades reproducibles en distintas plataformas.
En cuanto a este, hay dos cosas importantísimas que debes saber:
No es obligatorio que los cursos estén creados en SCORM
¡Ni mucho menos!
En efecto, es un concepto erróneo que hemos visto repetidas veces.
Por ejemplo, en la plataforma evolCampus es posible originar cualquier contenido desde cero (actividades con archivos PDF, Word, ODP, videos, audios, test…).
El SCORM lleva programación
Por otro lado, SCORM no es un archivo que, exclusivamente, tenga contenidos, sino que además contiene una programación para comunicarse con la plataforma.
Pese a todo, no es obligatorio utilizar SCORM.
Es más, si trabajas con cursos de proveedor o no tienes que producir cursos que puedan usarse en más de una plataforma, igual es más aconsejable que prescindas de este.
Al respecto, las buenas plataformas e-learning permiten crear cursos repletos de todo tipo de actividades con una calidad impecable. Una gran idea, en especial si no conoces a fondo el protocolo SCORM y quieres ahorrarte problemas.
Publica imágenes propias al transformar un curso presencial en online
En la formación presencial no tienes que preocuparte de los derechos de autor, ya que sabes que los contenidos y las imágenes que empleas no van a salir de tu aula.
En cambio, en la red es diferente, puesto que estarás compartiendo contenidos con muchas personas al mismo tiempo.
Si el autor de una imagen o de un contenido concreto descubre que te estás lucrando con su trabajo, podría molestarse.
Por eso, es conveniente producir un contenido propio siempre que se pueda u optar por material que no tenga derechos de autor.
Estructura bien los contenidos del curso y elabora una guía
Asimismo, ten en cuenta que cuando un alumno accede a tu curso presencial, tú le proporcionas toda la información en cuanto a fechas importantes, temario, contenidos y demás.
Al hacerlo a distancia, el alumno estará solo ante su ordenador o su tablet, por lo que es conveniente elaborar una guía con los puntos claves para que el alumno pueda tener toda la información relevante en su poder.
Además, establece divisiones, temas, asignaturas, para que la propia estructura ayude al alumno a comprender la profundidad del temario y pueda controlar su avance.
Es fundamental que cada vez que entre en su curso sepa exactamente dónde está y qué es lo siguiente que le toca hacer.
Ofrece variedad de actividades poco complejas
Naturalmente, a la hora de transformar un curso presencial en online, también debemos estudiar el tipo de actividades a introducir en esta nueva metodología.
Por ofrecerte una idea global, piensa que tendrás alumnos que únicamente pueden estudiar a ratos sueltos.
Si las actividades son muy largas y tienen que pararlas a la mitad, les costará más volver a retomar dónde lo dejaron, aparte de que la sensación de avance resultará mucho menor que si van completando tareas.
Siempre será mejor dividir el contenido en más actividades que poner pocas y extensas.
Aunque, obviamente, el objetivo de un curso es que los alumnos aprendan, que sea entretenido y variado será clave para que asimilen el temario y queden satisfechos.
Acompaña siempre que puedas con recursos audiovisuales
¡Ayuda a tus alumnos!
Con apoyo gráfico y visual apenas les costará entender los textos.
En concreto, los videos son la forma menos exigente de aprender.
Eso sí, que sean de una duración razonable. Los expertos hablan de unos 10 minutos de tiempo límite. Por encima de este comienza a perderse la atención.
En caso de que desees ampliar información, puedes consultar el artículo Cómo hacer vídeos tutoriales infalibles para clases online. En él encontrarás una guía para crearlos de forma efectiva.
La idea es que entiendas que el e-learning da mucho juego para preparar materiales educativos motivadores, ingeniosos y con un alto componente pedagógico.
¡Aprovéchalo!
Reajusta la duración al transformar un curso presencial en online
La formación a distancia se caracteriza por su duración. De ahí que los cursos e-learning suelen estar divididos en sesiones cortas.
No obstante, eso no significa que tu curso presencial de una semana, por ejemplo, vaya a durar solo tres días en la plataforma, sino todo lo contrario. Al estar mucho más secuenciado, harán falta más días para que un alumno pueda completar el curso.
A propósito, ten presente que pocos van a estar más de una hora seguida en su ordenador haciendo tu curso, ya que muchos estudiantes o profesionales estudian durante sus horas libres o de descanso y no pueden dedicar tanto tiempo.
Reacomoda al equipo docente
Luego, para transformar un curso presencial en online también has de tener en cuenta que tú solo no podrás gestionar a un grupo de cien alumnos.
Atender los foros, chats, correos, pruebas, calificaciones de absolutamente todos puede convertirse en una auténtica pesadilla.
En consecuencia, procura no tener más de 30-35 alumnos. Cada tutor debería de tener esa cantidad de alumnos como mucho para que el desarrollo del curso sea óptimo.
No bloquees la progresión de los alumnos
Por otra parte, los cursos a distancia no empiezan en septiembre y acaban en diciembre sí o sí, sino que cada alumno accede y empieza el curso cuando quiere o puede.
Por tanto, no hagas que tengan que avanzar más rápido de la cuenta y deja que vayan a su ritmo para que puedan asimilar los conocimientos correctamente.
¡Ve al grano!
Está claro que en un curso presencial siempre puede haber algo de relleno, pero el e-learning trata de optimización de tiempos y recursos.
Por este motivo, intenta que todos los elementos que componen el curso sean importantes, y evita que tus alumnos pierdan el tiempo estudiando cosas intrascendentes.
Y la más obvia: busca una plataforma que sea fácil de utilizar
Finalmente, cabe recordar que los alumnos no tienen ningunas ganas (ni por qué) de aprender un programa complejo.
Por consiguiente, ofrece una solución sencilla, que no te dé quebraderos de cabeza y con la que puedas dedicarte a hacer tu trabajo y no a resolver las quejas o dudas de los alumnos.
¡No dejes de llevar a cabo todas estas tareas para transformar tu curso presencial en online! Ya verás que te serán de gran ayuda.