¿Qué son los estilos de aprendizaje? Todas las personas somos distintas y nuestra manera de aprender también lo es. El aprendizaje, como tal, sucede según las preferencias que tengamos a la hora de recibir el conocimiento y al procesar, organizar y utilizar la información en el cerebro.
Aunque existen muchos modelos, abordaremos los estilos de aprendizaje centrándonos en el de Programación Neurolingüística (VAK). Y el argumento que nos invita a ello, es fruto del entendimiento del entorno de aprendizaje virtual y la relación que guarda con estos.
A lo largo de esta entrada, trataremos los diferentes estilos de aprendizaje, a fin de aclarar las preferencias que pueden tener tus alumnos a la hora de estudiar. Pero, además, pondremos el foco en los principios con evidencia científica, y en cómo emitir y recibir el conocimiento online de manera adecuada.
¿Qué estilo de aprendizaje tienen tus alumnos?
El modelo de VAK es el gran favorito de los instructores al desarrollar sus cursos online y, hasta ahora, sigue siendo útil para categorizar a los estudiantes y diseñar contenidos a medida.
Según este modelo (VAK), las personas tenemos distintos estilos de aprendizaje que están vinculados con las percepciones sensoriales (visuales, auditivas y kinestésicas). Y lo positivo es que, tras determinar el estilo de aprendizaje dominante, podremos elaborar estrategias y materiales para facilitar el estudio.
Por suerte, solo necesitas realizar a tus alumnos un test de estilos de aprendizaje (antes del comienzo del curso) para identificar los diferentes estilos de cada uno.
Características básicas de cada tipología de aprendices
Observemos esta tabla:
Si la analizas, apreciarás que un aprendiz visual estará cómodo, viendo e imaginando. Por su parte, el auditivo, escuchando. En cambio, un perfil Kinestésico sentirá atracción por el tacto y el movimiento.
¿Y por qué sucede esto? Tenemos referencias en el cerebro (originadas por nuestras propias experiencias) que nos hacen representar así la realidad. Y, como consecuencia, nos impulsan a recoger la información a través de ese sistema de representación predilecto para convertirla, a posteriori, en conocimiento.
No obstante, un alumno puede responder a todos o a varios estilos de aprendizaje y, por este motivo, sería incorrecto excluirle de otras actividades interesantes para su progreso.
Por ejemplo, a un alumno con un estilo de aprendizaje auditivo, también debemos ofrecerle recursos gráficos, ya que sabemos de la genialidad de estos para memorizar conceptos.
Y tiene sentido. Pongamos por caso que suministras material gráfico, videos y podcasts a uno de tus alumnos (del estilo de aprendizaje que sea). A su vez, le haces partícipe de coloquios, actividades prácticas y dinámicas de grupo. ¿Realmente crees que aprenderá menos (o peor) que si solo le estimulases con contenidos afines a su sentido predilecto? Ya verás que no.
Todo suma y cuantos más sentidos se vean comprometidos en la práctica educativa, mejor resultará el aprendizaje.
Actividades que calzan con cada estilo de aprendizaje
De forma reiterada, hemos estado hablando de ‘preferencias de aprendizaje sensoriales’ y no de mandamientos inviolables. De hecho, no hay evidencia científica que asegure que se aprende mejor programando los contenidos por estilos de aprendizaje.
Es más, la neurociencia considera que concebimos la realidad a través de los sentidos cuando trabajan al unísono, no al motivar uno de ellos de manera independiente.
La cuestión, entonces, no está únicamente en adaptar los contenidos a los estilos de aprendizaje. También debemos enfocarnos en conocer a nuestros alumnos (necesidades, motivaciones…) y otras variables más profundas antes de planificar los cursos.
Volviendo al tema, si quieres descubrir las mejores actividades para trabajar los estilos de aprendizaje, echa un vistazo a las que aportamos a continuación. Eso sí, considerando, en todo momento, no discriminar el uso combinado, ya que la propia ciencia avala que es la mejor manera de aprender.
¡Al abordaje, entonces!
¿Qué prefieren los estudiantes visuales?
En la plataforma e-learning necesitarás encontrar:
- Editor de contenidos con diferentes posibilidades para importar y generar actividades (editor HTLM, vídeo/audio, PDF o LibreOffice, ejercicios de desarrollo y test).
- Herramientas de mensajería instantánea.
- Soluciones para realizar cuestionarios y encuestas, entre otras.
¿Con qué conquistar a los auditivos?
En la plataforma e-learning necesitarás encontrar:
- Editor de contenidos con diferentes posibilidades para importar y generar actividades (editor HTLM, vídeo/audio, PDF o LibreOffice).
- Herramientas de mensajería instantánea.
- Herramientas de comunicación síncronas (chat y videoconferencia) y asíncronas (foros de debate).
¿Y qué dar a los kinestésicos?
En la plataforma e-learning necesitarás encontrar:
- Editor de contenidos con diferentes posibilidades para importar y generar actividades (editor HTLM, vídeo/audio, PDF o LibreOffice, ejercicios tipo test y de entrenamiento).
- Herramientas de comunicación síncronas (chat y videoconferencia) y asíncronas (foros de debate).
Además, el móvil.
De los estilos de aprendizaje a los principios que actúan en e-learning
Con independencia de la vía de entrada de conocimiento predilecta de tus alumnos, has de desarrollar cursos significativos e interesantes que aporten valor y capten la atención.
Y no cabe duda de que la mejor manera es estimulando los sentidos en conjunto.
Al respecto, ¿conoces los principios de aprendizaje multimedia de Richard Mayer?
La teoría del psicólogo educativo no es cuestión de estilo. En concreto, se centra en la idea de que el aprendizaje ocurre al procesarse la información verbal y visual a la vez.
Por esta razón, cuando vayamos a diseñar el contenido de un curso e-learning, sería bueno considerar sus principios. Al fin y al cabo, tenemos que llegar a los estudiantes a través de un contexto electrónico y diseñar materiales multimedia atractivos para todos ellos.
Pautas que te ayudarán en la tarea de enseñar
… y a tus alumnos en la de aprender. De hecho, funcionan con cualquier perfil, con independencia de sus formas de aprendizaje.
- Segmenta el contenido del curso en fragmentos o apartados más cortos.
- Explica, previo a desarrollar un tema, los conceptos clave que guardarán relación con el mismo. Así, les resultará más fácil comprender la materia.
- Armoniza los textos planos o los bloques densos con imágenes.
- Guía al alumno con elementos que señalicen y resalten lo importante (subrayados, bullet points, organigramas…).
- Ofrece contigüidad, aproximando los textos e imágenes que guardan relación con el tema tratado y muéstralos en simultáneo (todo visible de una vez en la pantalla).
- Sé coherente y prescinde de contenido audiovisual si no aporta al objeto de estudio.
- Usa un tono de voz cercano e informal en las narraciones y locuciones de tus recursos digitales. Y escapa, en la medida de lo posible, de las voces artificiales.
- Evita la sobrecarga cognitiva. En caso de comentar una imagen, apóyate en la narración o el texto (no en ambos).
De los estilos de aprendizaje y los principios a la personalización
No cabe duda de que adaptar la enseñanza a las necesidades formativas individuales es sumamente complejo. En todo momento, atendemos a un grupo. ¿Cómo dar respuesta al conjunto?
La solución pasa por realizar un análisis exhaustivo de los alumnos.
Para ello, plantéate estos interrogantes:
- ¿Cómo prefieren aprender? (Test VAK)
- ¿Qué quieren aprender?
- ¿Cuándo es mejor suministrarles la formación?
- ¿Dónde les gustaría aprender?
- ¿Por qué desean aprender?
Una vez halles la respuesta, estarás en condiciones de crear recursos didácticos personalizados y adaptados a sus demandas.
Eso sí, bajo el imperativo de garantizar un contenido fácil de aprender y un entorno que facilite la emisión y recepción del conocimiento.
El papel de la plataforma e-learning en todo esto
La modalidad a distancia requiere de una plataforma educativa con las que ofrecer tantos recursos didácticos como estilos de aprendizaje existan en el grupo.
Una buena o mala elección influirá mucho en el desarrollo de tu curso y, por consiguiente, en la formación de los alumnos.
Por este motivo, será fundamental que en ella puedas plasmar tus contenidos y todo tipo de recursos didácticos. (Precisamente, lo que presume la formación a distancia y lo que necesitan los estudiantes y sus diferentes estilos de aprendizaje).
En resumidas cuentas, para cumplir tu objetivo y calar en cada uno de tus aprendices, la plataforma elearning ha de proporcionar (como mínimo) lo siguiente:
- Editor de contenidos para crear e importar tu material en formato texto, audio, video, Scorm…
- Herramientas de comunicación síncronas y asíncronas (correo electrónico, chat, tablón de anuncios, foro de debate, videoconferencia…)
- Tipología de actividades de calificación (exámenes de tipo test, de desarrollo, autocorregibles…)
- Instrumentos de evaluación y seguimiento de la instrucción (informes, encuestas de satisfacción…)
A su vez, ha de ofrecer una buena interfaz, ser muy simple de entender y visualizar en cualquier formato… y un largo etcétera.
Pero, en especial, concibe tu plataforma e-learning como ‘ese sitio’ en el que, además de generar conocimiento, consigas emocionar a todos tus alumnos.